sábado, 12 de septiembre de 2009

Todavía me pregunto ¿Qué habrá pasado?

Todas las noches empezaba la elección del libro para que mi mamá me lo leyera y esa era quizá una de las decisiones más complicadas e importantes de mi vida en ese momento, era tan difícil tomar una decisión entre la gran colección de cuentos infantiles, pero al final, después de varios eemmmm…, noseeee… mmmm… elegía el mismo de casi todas las noches, el soldadito de plomo únicamente por que al abrir el libro un soldadito de papel salía en alto relieve como por arte de magia, como si hubiera cobrado vida.


Pero la verdad, de la historia del soldadito de plomo no me acuerdo en lo más mínimo, solo se que le faltaba un pié y que en algún lugar de la historia había una bailarina de ballet que al igual que el soldadito salía mágicamente del libro.


Una vez elegido el cuento mi mamá comenzaba a leer con una voz suave, utilizando la técnica perfecta que tienen las mamá para que el niño se duerma rápido y no haya que leer todo el libro, “Había una vez veinticinco soldaditos de plomo, hermanos todos, ya que los habían fundido en la misma vieja…” los ojos comenzaban a cerrarse en medio de mis sueños escuchaba esa suave voz que continuaba leyendo el cuento, cuando estaba a punto de quedar profunda… “Lo primero que oyeron en su vida, cuando se levantó la tapa de la caja en que venían, fue: "¡Soldaditos de plomo!" Había sido un niño pequeño quien gritó esto…” el énfasis que hacia mi mamá en el grito del niño me despertaba, ahí le fallaba la técnica para hacerme dormir pues yo despertaba y ella debía continuaba leyendo, “Cada soldadito era la viva imagen de los otros, con excepción de uno que mostraba una pequeña diferencia. Tenía una sola pierna…” pero preciso la técnica tarde o temprano (más temprano que tarde) le funcionaba, yo terminaba dormida tan rápido que sólo supe que al protagonista de la historia le faltaba una pierna.



Al otro día al darme cuenta de que me había dormido en mitad de historia me lo lamentaba una y otra vez y esperaba ansiosa hasta la noche a la hora del cuento para hacer un gran esfuerzo de no quedarme dormida y por fin saber que pasaba con el Soldadito de plomo.

Magia en el Jardín


Como salido de un cuento el jardín botánico Joaquín Antonio Uribe es uno de los lugares más hermosos de nuestra ciudad, orgullo paisa y un sitio digno de un cuento de hadas en medio de “la eterna primavera”.

Tras un recorrido alrededor de 14 hectáreas se puede encontrar hermosa vegetación entre árboles de todos los tamaños, flores de todos los colores y una importante y hermosa colección de orquídeas. En medio un lago donde viven esos animales que primero conocimos en los cuentos infantiles y fabulas pero que ahora todos los paisas y quienes visiten Medellín pueden ver en persona. Ardillas, tortugas, patos, peces, pavos, conejos, iguanas, pájaros e insectos de toda clase conviven en medio de las personas que visitan el lugar.

El Jardín Botánico de Medellín, un lugar lleno de magia donde con la ayuda de solo un poco de imaginación podrás encontrar detrás de cada árbol esos personajes que te acompañaron desde pequeño. Si tú lo decides Caperucita roja y el Lobo, Hansel y Gretel, Blanca Nieves y los siete enanitos podrán tomar vida en este maravilloso lugar.

¿Qué dicen?

Algunas frases de las peliculas para niños de Disney:



  • “Morir será una gran aventura” Peter Pan


  • “Pero mamá yo no quiero crecer” Peter Pan


  • “Allí esta Wendy, la segunda estrella a la derecha y luego, ¡¡¡directo hacia el amanecer!!!” Peter Pan


  • “¿Quién es de este reino la más hermosa?” Blancanieves


  • “Es que jamás entiendes pero si ellos entienden tu entiendes, entiendes” Nemo (la toruga)


  • “-ya está medio vacio -yo lo veo medio lleno” nemo (Dori)


  • "Soy un buen tiburón no una maquina de comer, si estoy decidido a cambiarlo, primero debo cambiar yo. Los peces son amigos no comida” nemo (el tiburón)


  • “Nadaremos, nadaremos. En el mar, el mar, el mar. ¿Qué hay que hacer? Nadar, nadar…”nemo (Dori)


  • “Un héroe verdadero no es por el tamaño de sus músculos, sino por el de su corazón” Hercules


  • “Y cuando termines de hablar te callas. Eh?” Alicia en el país de las maravillas (El Sombrerero Loco)

Alicia regresa al país de las maravillas

El director de cine Tim Burton le da vida una vez más a “Alicia en el país de las maravillas” en una nueva película que será la adaptación del libro de Lewis Carroll “A través del espejo y lo que Alicia encontró allí” que se estrenará el próximo año.

El tráiler de la película fue presentado por Disney en agosto y en él se puede ver un gran trabajo gráfico mezclando personajes reales con caricatura donde se realizan contraste y se renueva algunos aspectos de la historia.

Además Tim Burton ha dado un cambio radical a sus personajes como Alicia que ahora tiene 17 años y es interpretada por Mia Wasikowska, el sombrerero loco interpretado por Jhonny Depp quien luce un aspecto psicodélico, personaje perfecto para Depp; otros personajes como la Reina roja interpretada por Helena Bonham Carter y la reina blanca, que aparece en esta segunda parte de la historia y a quien dará vida la actriz Anne Hathaway.

Ya no es nunca jamás… es ahora

Ella es una joven común y corriente de clase media alta, está en la universidad y como la mayoría de los jóvenes y de las personas a veces se siente mal, siente que no creen en sus capacidades de salir adelante y ser alguien importante en la vida. A veces quisiera vivir en ese país de nunca jamás donde todos se quedan niños y nadie tiene que enfrentarse a los problemas que crecen a la vez que tú lo haces.

A medida que creces se van presentando problemas y es típico en la vida de todo joven que cada problema se vuelva enorme, aunque no siempre lo sea, ella a veces cree que no va a poder solucionar sus problemas, por más lámparas que encienda la oscuridad siempre la acompaña, ni siquiera el sol logra dar luz a su mente perturbada y confundida, pero sabe que siempre hay una luz y que aunque la tormenta sea larga el sol sale tarde o temprano.

A veces le gusta encontrar ese país donde nadie crece, ese lugar en el que hay una pequeña porción de libertad, mira al cielo e imagina que puede volar como Peter Pan con la ayuda del polvo de hadas y los pensamientos positivos pero sabe que debe crecer y quiere hacerlo aunque a veces se sienta cansada.

Ella Sabe que no hay polvo de hadas que la haga volar pero si hay pensamientos positivos que le dan fuerza para continuar.

Película recomendada

La nueva cenicienta es una adaptación del cuento infantil La cenicienta en el que se da una historia muy parecida a la original pero con elementos modernos.

Cuenta la vida de Sam Montgomery, interpretada por la actriz Hilary Duff, una estudiante de preparatoria que al igual que la cenicienta original vive en medio de los maltratos de su madrastra Fiona, interpretada por Jennifer Coolidge y sus hermanastras.


Sam no es una joven muy popular en la escuela pero un día conoce online a su “príncipe azul” lo cual le complica la vida al enterarse que este es el súper popular jugador de futbol de su escuela Austin Ames interpretado por Chad Michael Murray.

Al igual que la cenicienta original Sam asiste a un baile, el de su escuela, pero en esta ocasión pierde su celular objeto, que como la zapatilla de cristal, será el medio para que su sueño se vuelva realidad.

Es una película perfecta para jóvenes que sueñan con encontrar un “príncipe azul” pues acerca a la realidad estos hombres tan difíciles de encontrar, además deja un mensaje muy importante para la juventud de hoy alentándolos a seguir sus sueños.


"NO POR MIEDO A ERRAR, VAS A DEJAR DE JUGAR"

viernes, 21 de agosto de 2009

... Y vivían felices por siempre

Que bueno era Ese acercamiento a los mundos fantásticos en los que las princesas luego de sufrir porque la malvada bruja o el terrible villano siempre querían tener el poder de su reino deshaciéndose de ellas, terminaban reviviendo luego de haber comido una manzana envenenada, despertando de un sueño de cien años, recuperando la voz y convirtiéndose en humana, casándose con un forastero que luego de haber frotado una lámpara se volvió príncipe o convirtiéndose en princesa luego de haber sido maltratada y humillada por su madrastra y hermanastras.
Cada que leíamos un cuento o veíamos una película, quedábamos envueltas en una trama compleja, que a nuestra edad entendíamos, y fuera de eso sabíamos que la princesa iba a sufrir durante el 90% de esta. Le tocaba limpiar, barrer, trapear, lavar ropa, huir del castillo para que no la mataran. La envenenaban, la encerraban en la torre mas alta del castillo o en el mejor de los casos dormía durante casi toda la historia.
Pero, para toda niña valía la pena ver por lo que tenia que pasar nuestra “heroína” infantil, porque sabíamos que al final ¡Viviría Feliz por Siempre! con ese apuesto y valiente príncipe… con el que todavía algunas soñamos pero que pocas han podido encontrar por lo menos algo que se le acerque. Y que muchas otras seguimos esperando, aunque sabemos que los príncipes azules sólo existen en los cuentos, pues… como diría mi mejor amiga: “los príncipes azules solo existen en el momento de conquistar, después se convierten en sapos y ni con besos vuelven a la realidad”

Alicia en MÍ País de las Maravillas

Todos debemos recordar los cuentos que leíamos o nos leían cuando éramos pequeños. Esos cuentos que nos ayudaban a dormir y soñar con cosas maravillosas que sólo pasaban en ellos y en nuestros sueños. O aquellos cuentos que nos generaban miles de preguntas y nos hacían repetir mil veces esas tres palabras un poco fastidiosas para quienes nos debían responder, ¿y por qué? , esa pregunta que luego llegamos a odiar cuando nuestros hermanos o primos no paraban de decirla, ¿y por qué?, ¿y por qué?, ¿y por qué?, ¿y por qué?... Seguramente cada persona tendrá su cuento infantil favorito, ese que le despierta mil sentimientos y le trae los recuerdos más bonitos.

El mío es Alicia en el País de las Maravillas, y es que yo soñaba con entrar a ese país y conocer al Conejo Blanco, ese que mantenía cogido de la tarde, así como me mantengo yo ahora; conocer a mi “villana” favorita, la Reina de Corazones; volverme pequeña o gigante con solo comer un pedazo de pan; tomar media taza de café con el Sombrerero (y la media sí era la taza, no el café); y… buscar en los arboles la enorme sonrisa del gato Cheshire, el único con rayas moradas y rosadas que haya existido.

Mi amor por ese cuento comenzó en el momento en que mi mamá lo llevo a casa, uno de los pocos días que recuerdo de mi infancia. Y es que… con solo ver el dibujo de la carátula del libro quise viajar a ese lugar en el que las cosas imposibles se hacían posibles y en el que lo más extraño e inimaginable ocurría.
Leí el libro tantas veces como pude, tantas como he repetido la película La Vida es Bella. Recuerdo que me encantaba sentarme a ver las imágenes del País de las Maravillas y soñar despierta con un mundo parecido o igual pero que para mí fuera real.


Los cuentos infantiles nos ayudaron a crecer, la mayoría nos dejaban una moraleja para ser mejores personas y aprender a vivir. Por eso, en este momento de mi vida puedo decir que este cuento todavía me sigue enseñando lo que es la vida, o al menos cómo llevarla. Porque así tenga 19 años, esté a punto de convertirme en adulta y esté en sexto semestre; a veces es bueno soñar y huir de los problemas hacia ese País de las Maravillas en donde es posible sentirse pequeño de nuevo y olvidar por un momento el caos de la vida real.

Pero… hay ocasiones en las que ese que lugar se vuelve real aún sin tenérselo que imaginar y descubres que cuando estas junto a las personas que más quieres tu vida se convierte en el País de las Maravillas.

jueves, 20 de agosto de 2009

¿Sabías que?


  • El cuento original de caperucita roja nos cuenta lo mismo que el que nos leyeron cuando éramos niños pero no hubo leñador que salvara a caperucita, lo que si queda claro es que el lobo se la comió, aunque no sea precisamente en el sentido en el que nuestra inocencia de niños lo pensó y como lo arreglaron los hermanos Grimm.
    “Caperucita Roja se desviste y se mete a la cama y quedó muy asombrada al ver la forma de su abuela en camisa de dormir…” Charles Perrault.
    En pocas palabras a Caperucita se la comió el lobo por “loba”.


  • A nadie se le había ocurrido pensar que después de cien años y un dia la moda habría cambiado y que los vestidos anchos con corsé y las gorgueras (pañuelo para cubrir el escote, que más bien parece un bolero de los que usan los payasos en el cuello) ya no serian portada de la revista VOGUE (yo se, en ese tiempo no existía) pero a Charles Perrault el escritor original de la bella durmiente no se le paso este pequeño detalle.
    “El príncipe ayudó a la princesa a levantarse y vio que estaba toda vestida, y con gran magnificencia; pero se abstuvo de decirle que sus ropas eran de otra época y que todavía usaba gorguera; no por eso se veía menos hermosa” Charles Perrault.

  • El cuento de pinocho fue uno de los mejores métodos de educación utilizados por las mamas en los años 80 y 90 para evitar que los niños dijeran mentiras, todos debemos recordar esas palabras, “se le va a crecer la nariz como a pinocho”, que nos hicieron decir la verdad y que ahora nos hacen preguntar ¿por qué hicimos caso? Claro, solo a nosotros se nos ocurrió creerlo, porque los niños de ahora no tragan entero.
    Pero ya no podemos hacer nada, ¡nos comimos el cuento!, solo nos queda agradecer a quien se le ocurrió la gran idea de cambiarle el final porque con el original seriamos una generación de traumatizados por saber que a pinocho lo ahorcaron por decir tanta mentira.



La nueva Bella Durmiente


Su nombre era Luisa Fernanda tenia tan solo 12 años y cursaba segundo de bachillerato, su rostro solo inspiraba ternura e inocencia, esa inocencia de niña que apenas se encuentra descubriendo el mundo, con todas sus cosas buenas y malas y que quiere disfrutar de todo lo que éste le ofrece.

Esa fatídica noche se encontraba con su padre, Carlos Mario, en una fiesta, su madre no había podido ir con ella porque se encontraba enferma, eran los quince años de la prima de Luisa Fernanda y para ella era el mejor día de su vida porque por fin iba a poder estar en una fiesta con jóvenes de su misma edad e incluso hasta podría encontrar a su príncipe azul, ese con el que ya hacia algún tiempo estaba soñando, imaginándose como en un cuento de hadas que llegaría por ella hasta su ventana en un hermoso caballo blanco y se irían juntos y vivirían felices por siempre; o , por lo menos quería encontrar un amor con quien pasar un tiempo juntos así no llegara en un hermoso caballo y no vivieran felices por siempre.

En principio, esa noche, era como ella lo esperaba, todo era maravilloso ella se sentía como la jovencita más afortunad de todo el mundo, los dos orificios que se le hacían en las mejillas cuando reía se encontraban en todo momento presentes en su cara inocente y se marcaban más que nunca, se podía ver a simple vista la felicidad que tenia. En el lugar se sentía un olor a juventud y a humo de discoteca, que combinado con esas hermosas luces de colores que iban y venían de un lado a otro hacían que Luisa Fernanda se sintiera tan feliz que jamás hubiera querido que esa noche terminara. Había conocido con un hermoso joven de ojos color miel, quien inmediatamente llamo su atención y en especial esos bellos ojos que por un momento estuvieron conectados con los suyos momento en el que se detuvo el tiempo y todo fue como amor a primera vista.
Toda la noche estuvo bailando con él, pero como todo en la vida la fiesta debía terminar en algún momento y así fue a las 2:30 de la madrugada la fiesta terminó, todos los invitados comenzaron a irse unos salían y casi ni podían sostenerse de la borrachera, el papá de Luisa era uno de ellos, otros, los que no tomaban, salían como zombis, de pronto por el sueño o por la tristeza de que se hubiera acabado la fiesta. Entre todos los invitados que salían se encontraba Luisa, quien iba en compañía del hermoso joven llegaron hasta el carro de Luisa en el que ya se encontraba su padre, se despidieron pero antes se dieron los teléfonos para llamarse luego, luisa se montó al carro, su padre arrancó y ella se quedo mirando al joven que desde lejos hacia con su mano un gesto de adiós.

Durante el camino hacia su casa Luisa Fernanda solo pensaba en el joven y sus hermosos ojos color miel que con la luz de la miniteca se veían más bellos y brillantes, pero no se percató de que su padre estaba demasiado borracho y que no estaba en capacidad para manejar. Pues preciso, unas cuadras después su papá se pasó un semáforo en rojo y chocó contra una camioneta, debido a la velocidad de ambos carros y al estado de embriagues del papá de Luisa no fue posible frenar antes de chocar, lo único que pudo ver Luisa fue las luces de la camioneta que enceguecían sus ojos y que cada ves se acercaban más y más, y alcanzó a escuchar por un instante los frenazos de ambos carros en un intento fallido por tratar de no chocar, y un grito agudo que provenía de su garganta, un grito tan fuerte que la ensordecía y fue allí en esos momentos en que Luisita, como le decía su padre, quedo inmersa en un profundo sueño.

El cuento de la bella durmiente se hacia realidad, durante tres meses un profundo coma mantuvo a Luisa postrada en la cama de una fría y lúgubre habitación de la Clínica de Las Américas, pero sola nunca estuvo, su familia y por supuesto su “príncipe azul”, ese joven de ojos color miel que había conocido en la fiesta, siempre la acompañaban. Cientos de flores llenaron la habitación de la clínica durante esos angustiantes tres meses, todas mandadas por el joven de ojos color miel porque él siempre guardó la esperanza de que Luisa iba a despertar y quería que ese día estuviera adornado de “millones” de flores que dibujaran una enorme sonrisa en la cara de ella.

Y este cuento de hadas no podía ser diferente a los demás, en la mañana del 14 de noviembre de 2008 mientras un rayo de sol entraba por la ventana y alumbraba los ojos miel del joven, que había acabado de llegar a la habitación con un ramo de rosas, luisa abrió los ojos, y como terminaría el cuento original “el castillo ( la habitación de la clínica), hasta entonces inmerso en el silencio, se llenó de cantos, de música y de alegres risas”, bueno, no hubo ni cantos ni música. Pero así fue como el joven de ojos miel y luisa vivieron felices por siempre… o por lo menos hasta el momento.